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Experiencias

En sus primeras tres ediciones, Empoderando a Latinoamerica ha reunido a 76 jóvenes de once países en experiencias únicas y transformadoras. Conoce a través de los testimonios de Valeria, Dennis, Luana, Jaime, Salma, Jaqueline, Manu, Nohemí y Mónica cómo se vive y qué impacto tiene Empoderando a Latinoamerica.

Valeria Pérez

El Salvador

Generación 2017

Soy Valeria Pérez, nací y vivo en El Salvador. Este año tuve la increíble oportunidad de participar en Empoderando Latinoamérica.

 

Para llegar a EaL tuve que recorrer varios años de talleres y voluntariado sobre DDHH en mi país, conocer la realidad en la que vivo y encontrar amigues que se involucran y buscan la fuerza que se necesita para hacer cambiar nuestra sociedad. Poco a poco, sin que me diera cuenta, fui construyendo mi camino hacia Eal 2017.

 

La idea de adquirir aún más herramientas, conocimientos y fuerzas para ser una agente de cambio en El Salvador fue lo que más me impulsó a ser parte de este proyecto. EaL me dio eso y mucho más de lo que me imaginaba. Conocer a tantos jóvenes de Latinoamérica que tienen el mismo sueño que tú, te acerca a tus raíces y a tu amor por tu país y la región de América Latina. Llegas a conocer y comprender la cultura de la mayoría de estos países, sus realidades (tan distintas pero al mismo tiempo similares) y problemas.

 

Cada día de EaL está repleto de reflexiones, aprendizajes, compartir saberes, conocer a les demás y a ti misma, crear amistades, de crear una utopía. Aquí aprendés en un mes lo que nunca te enseñarán en un salón de clase o en cualquier otro lugar. EaL me hizo más fuerte para enfrentar todos los problemas que me rodean, a utilizar mis miedos y el arte para luchar por la justicia y a entender que no estás sola o solo, que hay miles de jóvenes que están contigo apoyandote, dispuestos a seguir persiguiendo un mejor presente para todas las comunidades latinoamericanas. Todos los conocimientos que absorbió mi cerebro y corazón los he llevado a mi país para compartirlo con más jóvenes y hacer crecer esta gran familia que apenas empieza.

 

Empoderando Latinoamérica cambió mi vida, mi presente y mi futuro. Ha repercutido en mi nivel de concientización y análisis de problemáticas sociales, a saber identificar microagresiones y a poder empezar el cambio no desde afuera sino desde tu interior. Me ayudó a formar lazos entre proyectos, organizaciones, ideas y personas. EaL me ha guiado a saber que quiero hacer en estos próximos años después de graduarme; me reforzó las bases para encontrar una manera de seguir mis proyectos y activismo social.

 

Experiencias como las que viví te cambian y te hacen crecer como alguien que desea y está dispuesto a luchar por una sociedad más justa, menos dividida, y más humana. Este tipo de espacios son necesarios para todos los jóvenes de esta generación quienes estamos expuestos a un nivel alto de violencia, propaganda y bombardeo de redes sociales. No nos damos cuenta de las mil y un posibilidades que tenemos a nuestro alcance para cambiar el rumbo de nuestros países. Por esto y más te invito a que participes en EaL. Si quieres ser un agente de cambio y cada día hacer lo posible para construir un mejor futuro, y luchar con lo que tengas en tus manos para crear una sociedad más justa, menos indiferente y más humana, Empoderando Latinoamérica es para ti.

Jaime Fernando Torres

El Salvador

Generación 2015

Jaime Fernando Torres

Mi nombre es Jaime Fernando Torres Bonifacio y soy de El Salvador. Actualmente estudio en UWC Pearson College, en Canadá. Tuve la grata oportunidad de participar en la primera edición de Empoderando a Latinoamérica en 2015.

Lo que me motivo a participar en el curso fue la idea de conocer jóvenes de Latinoamérica que compartieran mis mismos ideales, pensamientos y ganas de querer cambiar, para bien, la región en la que vivimos. Siempre supe que Empoderando a Latinoamérica sería un curso del que ganaría madurez, ideas, ganas de lucha y pasión por lo que quiero. Y hoy, después de haber participado, puedo decir que estaba en lo correcto.

Entre las cosas que aprendí están conceptos y formas de paz, estudios y datos económicos, equidad e igualdad de género, conceptos de sustentabilidad (algo de lo que no había oído hablar mucho antes), y muchas otras cosas. En lo personal también aprendí a convivir con personas de otros países, y que a pesar de que nuestras culturas sean “parecidas”, pero cada quien es distinto, y esto supone un rato, pero a la vez una gran experiencia que te hace apreciar la diversidad de las personas.

Esta era la primera vez para mi lejos de mi familia, conviviendo con personas que antes de EaL, no conocía. Y, a pesar de que antes de EaL yo ya tenía definidos mis ideales y pensamientos, nunca había tenido la oportunidad de convivir con personas con ideales similares, ni tampoco había tenido la oportunidad de compartir o poner en practica dichos pensamientos. Asimismo, Empoderando a Latinoamérica me ayudó a ver la necesidad de actuar y hacer un cambio real.

Actualmente me encuentro viviendo fuera de la región, pero esto es parte del aprendizaje que yo estoy ganando, para en el futuro ponerlo en práctica y poder tener un impacto en mi país. Y porque la necesidad se encuentra en todos lados, en el colegio en el que estudio hay programas de voluntariado de los que participo. Dichas actividades son, por ejemplo, convivencias con ancianos, ayudas a granjas locales, servicios de voluntariado en casas que hay alrededor nuestro, cocinar para indigentes, actividades en pro del medio ambiente y la sostenibilidad, etc.

Invito a todos los jóvenes que quieran solicitar a que no lo duden y lo hagan. Esta es una gran experiencia de la que nunca se van a arrepentir y recordaran por siempre en sus vidas. EaL es un programa que marca tu vida, te abre los ojos y te da ganas de actuar. Solo dejen aflorar sus ideas, pensamientos e ideologías, y adelante. Latinoamérica nos necesita, ¡y nosotros los jóvenes somos quienes podemos ayudarla!

Matheus Ligeiro Dias

Brasil

Generación 2016

Matheus Ligeiro Dias

Meu nome é Matheus Ligeiro Dias, moro em Praia Grande, no litoral do estado de São Paulo e tenho 18 anos. Em 2015 finalizei o ensino médio no Instituto Federal de Educação, Ciência e Tecnologia de São Paulo (IFSP), campus Cubatão, e desde então estou em um “gap year”, algo como um ano de intervalo entre o ensino médio e a faculdade para viver novas experiências, conhecer outros países, culturas, línguas e também para amadurecer como pessoa.

Em janeiro de 2016 tive a felicidade de participar do Empoderando a Latinoamerica. Tomei conhecimento do curso por um participante do ano anterior e ao investigar sobre o programa, imediatamente tive uma vontade imensa de participar: era uma proposta de curso diferente, que daria aos seus participantes incríveis ferramentas e habilidades para que os mesmos se tornassem agentes de mudança em sua comunidade.

 

É difícil colocar em palavras o quão incrível e inesquecível foi esse curso para mim. Definitivamente foi um ponto de mudança em minha vida.

Lembro com clareza o dia que cheguei no México (sede da edição de 2016) juntamente com outra brasileira. Não falávamos espanhol e estávamos com receio de como seria o desenvolver do curso nessa questão, uma vez que todos, exceto nós, falavam espanhol. Mas esse nosso receio se mostrou tolice: fomos recebidos extremamente bem recebidos por todos e as barreiras idiomáticas foram caindo dia a dia no mesmo ritmo que o “portunhol” de todos melhorava! Todos se esforçaram para aprender o português e nós, brasileiros, para aprender o espanhol. Escrevendo esse texto, lembro com grande sorriso no rosto e aperto no coração das noites nas quais as atividades do dia já estavam encerradas, mas que nós nos reuníamos em volta da lousa para uma pequena “aula” de português, ou ainda quando iam surgindo durante as semanas os doces típicos de cada país. E, sim: eles amaram o brigadeiro e paçoca e nós, aprendemos a lidar com a pimenta.

Uma das coisas que posso afirmar que carregarei para o resto da vida é como antes do EaL, eu tinha a noção de que o Brasil integrava a comunidade dos países latino-americanos, mas isso parecia algo tão distante, algo não efetivo, que não acontecia de fato e como isso mudou ao longo do curso. Refletindo sobre o assunto durante o curso, esse pensamento foi sendo desfeito: compartilhamos tantas coisas em comum historicamente, politicamente e economicamente que é difícil negar esse laço que une os países que são membros dessa comunidade. 

 

Meu antigo pensamento esbarrava em questões históricas: os governos brasileiros, ao longo tempo, preferiram uma maior diplomacia com países do hemisfério norte do que com os próprios vizinho. Essa visão ampla da situação só foi possível graças ao curso e aos vários momentos que estamos conversando com outros participantes, trocando conhecimentos e experiências, vivendo momentos únicos. Esse foi uma das coisas que mais me tocou e me impactou pessoalmente, mas foram apenas uma das coisas que aprendi ao decorrer do curso.

Assim, uma das coisas que também gostei bastante é que aprendi ferramentas que posso aplicar em minha comunidade. Sempre tive o desejo de criar um projeto social e depois do EaL, sinto que tenho mais motivação e meios para fazer que isso aconteça.

Se você tem grandes dúvidas sobre nossa querida e amada América Latina, como também gostaria de aprender mais sobre nossos países vizinhos e tem uma vontade de ver e ser uma mudança efetiva em nossa sociedade, não hesite: se inscreva na próxima edição do Empoderando a Latinoamerica

Salma Semiramis

México

Generación 2015

Salma Semiramis

¡Hola! Mi nombre es Salma Semiramis Saenz Lazcano; tengo 19 años; y estudio la Licenciatura en Ciencia Política y Relaciones Internacionales en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en la Ciudad de México.

Tuve la oportunidad de ser participante en la primera edición de uno de los proyectos de Empoderando Juventudes: Empoderando a Latinoamérica 2015, con sede en Costa Rica.

Y después de cuatro semanas llenas de convivencia, diálogo y reflexión con jóvenes activistas de distintas partes de Latinoamérica, puedo asegurar que ha sido una de las experiencias más enriquecedoras y transformadoras de mi vida. No sólo por el interesante contenido de los talleres que incentivan a la reflexión y que brindan las herramientas necesarias para seguir desarrollando habilidades que te permitan generar un cambio positivo en tu comunidad. Sino porque te das cuenta que ahí, en donde se reúnen las ganas de más de 20 jóvenes latinoamericanos que buscan cambiar la realidad de sus países, es el lugar al que perteneces. Porque en Empoderando a Latinoamérica encontré a personas llenas de sueños y anhelos, con historias que contar y con mucho que enseñar. A personas que te motivan a creer que un cambio es posible; que con su ejemplo confirmas que lo único que el mundo necesita es que los ojos de todos dejen de estar cerrados para así, cada quien, desde su trinchera, comenzar a articular un cambio verdadero y co-construir día a día el país en el que queremos vivir.

Es por eso que mantengo una participación activa en proyectos sociales. Desde hace más de un año, soy parte del equipo de voluntarios permanentes en TECHO Ciudad de México, una organización presente en 19 países de América Latina y el Caribe, que busca erradicar la pobreza a través del trabajo en conjunto de voluntarios y pobladores. Aquí, además de participar en las jornadas de construcción y encuestas, colaboro facilitando un taller de equidad de género en Xochimilco. Así mismo, apoyo en el diseño, metodología e implementación de la Evaluación de impacto de los Planes y Proyectos que la organización implementa.

Además, soy parte de una Organización Política llamada Wikipolítica, donde a través de lo local y con base a los derechos humanos, buscamos crear una nueva forma de hacer política, donde podamos construir colectivamente una democracia donde todas las personas y comunidades puedan elegir una vida digna.

Empoderando Juventudes, y en particular Empoderando a Latinoamérica 2015 marcaron un parteaguas en mi forma de pensar y definieron más de tres cosas que determinarán la persona que seré. Pues cuando el curso terminó, regresé a México con las ganas de cumplir ese sueño que compartí con 25 jóvenes latinoamericanos, ese sueño que en 22 días se pulió y afinó, un sueño en el que quiero y voy a involucrarme siempre. Porque al final, eso es Empoderando Juventudes: un montón de manos en acción dispuestas a hacer lo que les toca para conseguir un cambio.

Jaqueline Mendoza

México

Generación 2016

Jaqueline Mendoza

Me llamo Jaqueline Chávez Ruiz, soy una joven originaria de la ciudad de México. Actualmente tengo 19 años y curso el cuarto semestre de la carrera de Administración en la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM.

Me animé a participar en Empoderando a Latinoamérica 2016 porque tenía la inquietud de formar parte en un curso con temática social y porque considero que para poder hacer cambios sociales es necesario saber cómo hacerlos, y justamente Empoderando a Latinoamérica te enseña a ser un agente de cambio.

Mi experiencia fue bastante grata porque es un curso que brinda talleres de reflexión, de expresión, de libertad de ideologías, de implementación de proyectos; es un curso que propicia el intercambio de ideas y de cultura.

Durante el curso uno puede ver la historia de los países latinoamericanos en cada una de las personas; con cada persona que proviene de distintos lugares uno puede aprecialla realidad de nuestra Latinoamérica, y eso es lo que hace que el curso sea único.

Empoderando a Latinoamérica se vuelve importante en la vida de uno porque cada persona que conoces durante el curso ocupa un lugar nuevo en tu vida; después de terminar el curso es inevitable nombrar un país latinoamericano y no recordar a uno de tus compañeros.

 

Empoderando a Latinoamérica es un curso que significa mucho para mí porque su recuerdo y todas las cosas que aprendí me motivan a implementar proyectos.

Asimismo, el curso es significativo porque durante tres semanas convives con personasque te enseñan costumbres diferentes, que te comparten situaciones políticas, ambientales y sociales que viven en sus respectivos países y porque puedes conocer a personas que como tú quieren un cambio para Latinoamérica.

Yo recomiendo participar en Empoderando a Latinoamérica porque es una oportunidad para reflexionar sobre cuestiones sociales, para compartir ideas sobre proyectos, saber cómo hacerlos y finalmente porque es un curso que puede generar grandes cambios para Latinoamérica.

Enmanuel Gay

Paraguay

Generación 2016

Enmanuel Gay

Mi nombre es Enmanuel Alberto Gay López, tengo 20 años. Vivo actualmente en mi ciudad natal, Asuncion, en Paraguay. Me encuentro estudiando la carrera de Marketing, en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.

 

Este año 2016 tuve la oportunidad de participar en la segunda edición del curso Empoderando a Latinoamérica, el cual se desarrolló en San Miguel de Allende (México) en el mes de enero.

 

Postular a este curso para mí era todo un desafío porque sabía que, de quedar seleccionado, tendría mucho trabajo por delante. Hoy por hoy mi trabajo continúa pero la forma en la cual Empoderando a Latinoamérica cambió mi vida es un beneficio fuera de lo normal y no podría estar más agradecido.

Conocimiento es poco para describir todo lo que adquirí gracias al curso y la forma en que cambió mi modo de vivir. Es difícil de explicar el nivel de satisfacción que me dio estar ahí, puesto que soy una persona muy exigente, más aún porque trabajo en el mismo ámbito en el que se desenvuelve el curso. Si pudiera resumirlo en una palabra: PERFECCIÓN. Es tanta la riqueza del contenido que había en cada taller, estaban tan bien estructurados y lo mejor de todo es que las personas que los facilitaban lo hacían con mucha pasión.

 

De todos los talleres en los que participé, sin dudas el que más me llegó fue el de Cuerpos, Identidades y Discriminación. Siempre fui una persona de mente abierta, pero a través del taller pude ver que a veces creamos y utilizamos estereotipos incluso de manera inconsciente. Gracias a la confianza que me inspiraron los facilitadores y los demás participantes de este taller, me sentí con toda la confianza de mostrarme en el curso tal y como soy. Fue la primera vez que hice eso con tanta gente, se sintió tan reconfortante y me permitió darme cuenta de que mi forma de ser no tiene nada de malo, es la sociedad la que no acepta que seas diferente a la mayoría. Ahora soy quien dice ROMPAMOS ESOS ESQUEMAS. Somos seres libres, lo único que necesitamos para ser felices es el respeto de todos.

 

Veo a Empoderando a Latinoamérica como un arma magnifica capaz de crear un ejército de jóvenes empoderados, decididos a cambiar los rumbos en sus distintas comunidades. Al final del curso, cada joven puede sentirse más que preparado para salir y enfrentarse a cualquier barrera que intente destruir la integridad y la paz de nuestro mundo.

 

Actualmente trabajo coordinando actividades de capacitación de jóvenes con potencial de líderes, quienes crean y desarrollan sus propios proyectos sociales. El aprendizaje y la experiencia que pude adquirir en Empoderando a Latinoamérica definitivamente me sirvieron como herramienta para promover mis actividades en cuanto a la conciencia crítica y el liderazgo juvenil. A pesar de que mi carrera en Marketing tiene un tinte altamente comercial, quiero utilizar esos conocimientos para crear contenidos de estrategias de marketing aplicables a emprendimientos sociales y organizaciones del sector civil.

 

Es realmente un desafío crear un curso con talleres tan eficientes, facilitadores sorprendentes y tantos participantes provenientes de diferentes partes del continente, y por si fuera poco, hacer que te enamores de toda esta gente, del lugar donde se reunieron, de esta experiencia que va a formar parte de tu vida por siempre. Eso es una verdadera hazaña.

 

Me gustaría ver a otros jóvenes participando en una oportunidad única como lo es Empoderando a Latinoamérica. Allí podrán formar una familia, crear un espacio diferente al que están acostumbrados, sentirse libres y vivir lo que realmente les apasiona.

Nohemí Barrón

Nohemí Barrón

México

Generación 2015

Hola! Mi nombre es Silvia Nohemí Barrón Islas, actualmente tengo 20 años y soy originaria del estado de Hidalgo. Sin embargo, radico en la ciudad de Morelia (Michoacán) por mis estudios y actualmente voy a pasar al 5º semestre de la Licenciatura en Estudios Sociales y Gestión Local en la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Morelia.

 

Fui integrante de la primera generación de Empoderando a Latinoamerica en el 2015. En dicho curso aprendí muchísimas cosas nuevas acerca de problemáticas sociales y las diversas formas de incidir de acuerdo a nuestro alcance, así como los diversos conocimientos que me llevo de las demás culturas a las que pertenecían mis compañeros y a través de este intercambio cultural compartir esa empatía con los demás. Reafirmé algunos saberes; no obstante, entre las cosas que más podría destacar que me llevé de EaL no fueron los conocimientos, sino esa sensibilidad hacía los problemas sociales así como hacía mis compañeros y al regresar a mi entorno la facilidad de comprensión y empatia con mi alrededor. Fue una experiencia única que abrió increiblemente mi panorama acerca de muchísimos temas sociales, aumentó mis deseos de incidir desde mi trinchera en nuestra sociedad y me dio las herramientas para hacerlo de diversas formas.

 

A partír de esta experiencia y con todo lo aprendido pude desarrollar de mejor forma diversos proyectos escolares hasta el momento, pero con miras a infinidad de posibilidades más adelante, no solo de manera teórica en la elaboración de proyectos, también en el trato y empatía directa con las personas con las que he colaborado junto con otros compañeres.

 

Entre los proyectos que más podrían destacar a partir de EaL está la intervención en Angahuan, un pueblo cerca del volcan Paricutín aquí en Michoacán, en donde en conjunto con un grupo de alrededor de 400 mujeres que se han organizado en busca de mejoras para su comunidad y su familia hemos hecho algunas propuestas con la información que ellas nos han dado en aspectos económicos y de violencia. Una de las principales propuestas y sin ahondar en muchos detalles es la creación de una cooperativa entre estas mujeres para la compra de máquinas al seervicio de la comunidad para elaborar rebozos que posteriormente puedan vender en diversos lugares a nivel nacional y a través de esta actividad se generen mejoras a nivel familiar y comunitario y principalmente se fomente el empoderamiento de las mujeres.

 

Por otro lado está la intervencion en el Centro de Integración para Adolescentes en Morelia, en donde se pretende generar propuestas ante las autoridades para mejorar las condiciones de vida de los jóvenes al interior del centro de acuerdo a las necesidades que ellos perciban, para ello solicitamos el ingreso al centro a través de la UNAM y en talleres se detectaron en conjunto con los chicos las principales necesidades y oportunidades de intervención, pues por ser una dependencia de gobierno no son posibles todas las intervenciones que se proponen. El trabajar con chavos menores de edad en condiciones no óptimas para su desarrollo y comprender que sus posibilidades están limitadas por el momento y que además nuestra intervención no puede ser más allá de propuestas que las autoridades correspondientes evaluarán y aprobarán o no de acuerdo a sus criterios fue muy frustrante. Sin embargo, el conocer nuestras posibilidades y limitantes fue un gran paso para lograr el objetivo de acuerdo a lo establecido y mucho de lo aplicado en este proyecto fueron herramientas aprendidas en EaL.

Por lo anterior, considero que las herramientas aprendidas en estos proyectos es de suma importancia en la juventud latinoamericana, pues tristemente la mayoría de estas herramientas y saberes no son considerados o no con la importancia que considero requieren por el sistema educativo. Reconozco que tal vez de no haber sido por la oportunidad brindada por EaL mi visión de ciertas problematicas y mi entorno en general sería diferente. Este proyecto generó un antes y un después en mi y por lo platicado y visto posteriormente en otres participantes el imacto fue positivo y de igual forma han generado cambios en su entorno tal como es el objetivo del proyecto.

 

Fácilitadores y participantes durante el curso se comportaron siempre de forma horizontal y con respeto hacia todes les demás, y de forma clara y paciente aclararon las dudas que tuve a lo largo del curso. Por ello reconozco su labor en estos proyectos y el compromiso que sin duda tienen con les jovenes latinoamericanes, considero que se necesita más gente con el compromiso y la perseverancia que tienen los jóvenes parte de estos proyectos y es digno de mi admiración por la labor que han hecho durante años en Integrando a México, Empoderando a Latinoamérica y actualmente con Empoderando Juventudes.

Dennis Campos

El Salvador 

Generación 2017

Alexa Valladeres

Mi nombre es Dennis Campos, soy de El Salvador y vivo en la ciudad de Santa Tecla, en el departamento de La Libertad. Tengo 17 años y estudio mi último año de bachillerato (preparatoria) en el Colegio Externado de San José, en San Salvador.

Motivado por las buenas reseñas y aprendizajes de dos amigos (participantes de EaL en 2015) respecto al curso, me animé a aplicar. Sin duda alguna, Empoderando a Latinoamérica ha sido una de las mejores experiencias que he tenido. El ambiente que se vive cotidianamente es incomparable. Sin duda alguna el intercambio cultural es una de las mejores cosas y los vínculos que se forman van más allá de las simples amistades. Conocí a muchas personas de distintos países y en tan poco tiempo se convirtieron en familia para mí. En EaL reforcé mi sentimiento latinoamericano y además aprendí infinidad de cosas, la más importante, el sentimiento feminista.

Indiscutiblemente, después de participar en el curso las ganas de cambiar la realidad en la que nos vemos envueltos en el día a día aumentaron. Gracias a esto pude corregir muchas cosas y lo que es más importante, compartir lo que he aprendido. Gracias a Empoderando a Latinoamérica ahora puedo diseñar mis propios proyectos de activismo social con mayor facilidad gracias a las herramientas brindadas.

Recomiendo definitivamente el curso ya que el conocimiento adquirido va más allá de lo que habitualmente estamos acostumbrados. Las enseñanzas no son solamente de les facilitadores, sino también de los mismo participantes. Además, Empoderando a Latinoamérica les ayudará a fortalecer los proyectos en los que ya están involucrados y también a diseñar sus propios proyectos. Después del curso, quedarse con los brazos cruzados frente a la realidad que vivimos no es una opción.

Mónica Medellín

México

Generación 2016

Mónica Medellín

Mi nombre es Mónica Medellín Estrada, tengo 17 años y vivo en Monterrey (México). Actualmente curso el cuarto semestre del Bachillerato Internacional en la Universidad Autónoma de Nuevo León. En enero pasado fui una de los participantes de la segunda edición del curso Empoderando a Latinoamérica.

EaL 2016 fueron 21 días de cambio y reestructuración en mi persona. Todos y cada uno de los días que yo pasé conviviendo con jóvenes como yo de toda América Latina fueron una experiencia inolvidable y bastante enriquecedora. Las enseñanzas, tanto de teoría vista en los talleres como de las realidades de mis semejantes latinoamericanos, marcaron un punto importante en mi vida que cambió totalmente la visión que yo tenía de la realidad que se vive en la región y mi identidad cultural como mexicana. Pero probablemente el mayor impacto que tuvo en mí el curso fue el haberme orientado en mi decisión por una carrera. Esto fue gracias a que en EaL me di cuenta que todo lo que se discutía ahí era lo que me gustaría hacer con mi vida. Esto me abrió el panorama hacia las diferentes opciones de carrera que tengo.

En el curso aprendí mucho acerca de la sociedad y sus normas, así como de distintos problemas sociales que han existido a lo largo de la historia y otros que suceden actualmente. Pero así como aprendí de problemas, también me enseñaron métodos alternativos para darles solución sin usar la violencia. El Taller de Migración fue uno de mis favoritos, ya que en él aprendimos sobre la realidad que viven los migrantes latinoamericanos durante su trayectoria para llegar a Estados Unidos. Pero lo más importante es que en el curso me dieron las herramientas para saber cómo planear y estructurar un proyecto social, lo cual me parece muy útil en nuestro papel de agentes de cambio.

Todo lo aprendido en Empoderando a Latinoamérica me ha llevado a ser una persona más consciente de sí misma y de su entorno. Esto lo veo reflejado en el desarrollo de una iniciativa por hacer experimentos y proyectos sociales en mi preparatoria.

Con esta gran experiencia como respaldo hago el llamado a todos los jóvenes que tengan unas ganas inmensas por cambiar la situación que se vive en su país a que soliciten para Empoderando a Latinoamérica 2017. En éste curso se les darán todas las herramientas necesarias para convertirse en agentes de cambio en su comunidad, y por lo tanto, en su país. Vivirán una de las mejores experiencias mientras hacen las amistades más sinceras con personas de toda la región.

William Silva

Colombia

Generación 2016

William Silva

Soy William Silva, tengo 22 años y vivo en Bogotá, Colombia. Actualmente estoy en búsqueda de trabajo, y estoy aplicando a licenciatura en lenguas extranjeras en una universidad pública de Bogotá. Hago teatro, performance y escribo ocasionalmente.

Participé en Empoderando a Latinoamérica 2016 en enero del presente año, fui becado y recibí apoyo de muchas personas para mi participación.

Mi mayor tesoro son los aprendizajes adquiridos durante el curso, como lo son:

- Indignarme

Dejar de lado mi zona de confort

- Entender muchas situaciones que suceden a mi alrededor y comprender de qué forma me afectan

- Manifestarme de forma clara y pacífica ante las situaciones que afecten mi bienestar o el de cualquier ser vivo

- Tener una visión más global de problemáticas que afectan a la región entera

- Confiar en mí y reconocer que debo cultivar habilidades en la escritura hasta entonces ocultas

- Habilidades emocionales que tienen gran relevancia para mi calidad de vida.

El William que volvió a Colombia luego del curso y sus talleres es una persona más consciente de su entorno, con mayor capacidad de liderazgo y que propende por las movilizaciones y las acciones que sin violencia generen grandes cambios en la sociedad. Me he enfocado en apoyo de derechos de personas LGBTI y a la accesibilidad equitativa de personas en condición de discapacidad a la educación.

Ahora pertenezco al colectivo CUERPOS EN RESISTENCIA, el cual desarrolla activismo con enfoque académico, político, artístico y comunitario. Siempre recordaré un texto que leímos como preparación para EaL donde se nos llamaba a no dejar perder lo que otros ganaron en lo referente a derechos humanos. Por tanto, estar en el colectivo me ha permitido desarrollar la indignación de una forma sana y propositiva. Mucho de mi discurso y de mis propuestas nacieron o tienen su base en talleres realizados en EaL.

Antes de participar en EaL 2016 tenía cierto nerviosismo porque como persona ciega total, he vivido discriminaciones conscientes e inconscientes por parte de muchas personas incluyendo a quienes dirigen talleres de formación. En EaL no solo los participantes fueron un excelente apoyo en mi formación e integración con el grupo… sino que los facilitadores tuvieron que ajustar muchas actividades y dinámicas para permitirme desempeñarme con normalidad y sin que fuese notoria mi ceguera. Ellos lo hicieron con gusto, muy receptivos, y siempre atentos a que tuviese las mismas condiciones que cualquier participante.

La mejor experiencia de formación en mi vida fue EaL 2016, donde nunca tuve que llamar la atención por discriminación o segregación de ningún tipo, donde toda actividad fue planeada con enfoque diferencial y donde mis opiniones y aportes eran tenidas en cuenta.

Con total convicción puedo asegurar a cualquier joven que en EaL nunca sentirán necesidad de ocultar quienes son, no sentirán el rechazo de nadie y si encontrarán personas de otras latitudes, con similares luchas, con muchos aportes para su vida personal y que por supuesto estarán dispuestas a recibir también aportes.

Espero quien lea este texto y aún tenga dudas, sepa que EaL generó grandes cambios en mí, estoy seguro que lo hará en todo aquel que participe. Yo dudé de mi participación por falta de dinero, por ser ciego, y por mil y un complejos que la sociedad que margina violenta y discrimina me había impuesto. Pues bien, participé, aporté, crecí, aprendí y sobretodo, me empoderé para que quienes viven lo mismo tengan en mí un apoyo con soluciones efectivas.

Luana Rodríguez

Luana Rodrigues

Brasil

Generación 2017

Soy Luana, una brasileña apasionada por gatos, viajes y educación. Tengo 17 años y salí de mi escuela, después de las varias reflexiones y éxitos que tuve gracias a EaL. En tres meses adentraré en la United World College de India y debo esta experiencia a mis compañeres y las aprendizajes que tuve con ellos en Empoderando a Latinoamérica 2017.

Quise participar en EaL porque tenía una gran idea, se basaba en autonomizar la educación pública brasileña por manos jóvenes periféricas y sus gremios estudiantiles, pero siempre que intentaba aplicar en mi proyecto, resultaba difícil o costosa, y nunca teníamos recursos suficientes o personas de  confianza para tener resultados eficientes localmente.

Participar en EaL, más que ayudarme a ganar herramientas para hacer evolucionar mi actuación en diferentes proyectos (no solo en el educacional, pero en temas de género, capacidades diferentes y medio ambiente) fue una experiencia vital para mi revolución personal. Les amixs que hice allá se quedaron para la vida y abrieron mis ojos para los más diversos contextos latinoamericanos, tornaron más íntimos y manifiestos los problemas, las vidas y pensamientos de cada país. Tengo recuerdos muy fuertes de las sesiones de reflexión al fin del día, con el bello cielo de fin de tarde de México en el horizonte y amixs confidentes por cerca y a mi lado, de las historias increíbles de líderes de toda América Latina en Participación Ciudadana, de la sensación de practicidad del taller de gestión de proyectos, de nuestras sesiones independientes, donde nos conocíamos y nos emocionamos al conocer otras trayectorias y perspectivas de vida, de talleres de Educación, que me forzaron a reflexionar y salir de mi zona de confort, donde me sentí tan feliz al ver que muchas cosas que pensaba que eran imposibles ya tenían concretitud.

Vivir EaL fue experienciar la educación libre y creativa que siempre he querido tener, y esto fue de las cosas que más cambiaron mi configuración mental de que cambiar la educación es una tarea monstruosa. Allá descubrí el poder que tenía al ser agente de cambio, y agente de cambio de educación, y agente de cambio en la comunidad latinoamericana, y eso fue el regalo más precioso de mi vida. Todavía estoy sorprendida con los nuevos territorios que tengo a explorar solo por tener cambiado de posición y visto el mundo por otros ojos. Volví a Brasil con un bagaje llena de vivencias extraordinarias, un corazón lleno de compañeres maravillosos y una mentalidad más madura, enérgica y lista para desafiarme a mí misma y a tradiciones sin sentido.

Con todo lo que aprendí y conocí en EaL, fui capaz de revitalizar mi proyecto y, ahora que salgo nuevamente del país por nuevas aventuras, dejarlo en buenas manos para seguir fortaleciendo comunidades brasileñas.

EaL es un transformador de vidas. Tode joven debería tener la oportunidad de vivir un més al lado de latinoamericanes inspiradores, inteligentísimos, fuertes y luchadores, buscando y trabajando en proyectos de impacto, ganando criticidad, conociéndose más y sintiendo la emoción de alcanzar sueños y éxitos no solamente individuales, pero colectivos.

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